lunes, 26 de mayo de 2008

31 de Mayo - DIA MUNDIAL SIN TABACO

El 31 de mayo se celebra en todas partes el Día Mundial sin Tabaco con el objeto de mostrar la importancia de la lucha contra la epidemia del tabaquismo, la principal causa de muerte prevenible en todo el mundo, para alentar a los fumadores a dejar de fumar y para incrementar el conocimiento del público sobre el impacto que tiene el tabaco en la salud, la economía y el medio ambiente. Los temas mundiales para el día mundial incluyen lugares de trabajo sin tabaco, los medios de comunicación y el tabaco, crecer sin tabaco y el tabaquismo pasivo como amenaza real y grave para la salud pública.Sobre la base de los datos obtenidos durante dos decenios, la comunidad científica reconoce hoy en día que siempre, y cualquiera que sea el nivel, el tabaquismo pasivo representa un riesgoCada año, desde 1987, se escoge un tema específico y se aprovecha para informar al público de los peligros del consumo de tabaco. El tema del Día Mundial Sin Tabaco 2008 es: "Juventud libre de tabaco".
La campaña de este año resalta el concepto de que la publicidad, promoción y patrocinio del tabaco son claves para "enganchar" a los jóvenes a un producto que, usado como corresponde, mata a la mitad de sus consumidores.


FUENTES:

MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

EFEMÉRIDES DEL MINISTERIO DE EDUCACIÓN DE MENDOZA

ENLACES DE INTERÉS:

Secretaría de Salud Pública de la Ciudad de Rosario:

Tel/ Fax: 4802200 (int. 145/ 157)
E-mail: dejardefumar@rosario.gov.ar



miércoles, 14 de mayo de 2008

DEPRESION Y ALCOHOLISMO

Los hombres, más propensos que las mujeres a caer en el alcohol cuando se deprimen

Las mujeres y los hombres muestran propensión a tener diferentes tipos de desórdenes psicológicos derivados del estrés.
Así, las mujeres muestran mayor riesgo de sufrir depresión y algunos tipos de ansiedad, y los hombres tienen más tendencia a caer en el consumo abusivo de alcohol. Un nuevo estudio sobre respuestas al estrés emocional ha llegado a la conclusión de que los hombres afectados son más propensos que las mujeres a querer beber. De alguna manera, los hombres no le dan tantas vueltas a las cosas negativas y tienden a olvidarse bebiendo.
Los resultados del estudio serán publicados en el número de julio de la revista científica 'Clinical & Experimental Research' pero ya se adelantan en un avance en la edición digital, recogido por OTR/PRESS.
"Sabemos que hombres y mujeres responden de manera diferente al estrés", declaró Tara M. Chaplin, investigadora asociada en la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale, y autora principal del estudio. "Por ejemplo, tras una experiencia estresante, las mujeres son más propensas que los hombres a decir que se sienten enfermas o angustiadas, lo que puede derivar en un riesgo de depresión y ansiedad. Algunos estudios han encontrado que los hombres son más propensos a beber después de una experiencia negativa que las mujeres. Si esto se convierte en un patrón de conducta, podría derivar en alcoholismo".
Como parte de un estudio mayor, los investigadores expusieron a 54 bebedores sociales sanos (27 mujeres y 27 hombres) a tres tipos de imágenes -estresantes, relacionadas con el alcohol y relajantes- en sesiones separadas, días separados y orden aleatorio. Chaplin y su equipo estudiaron entonces en los participantes sus emociones subjetivas, respuestas conductuales, excitación cardiovascular, y tendencia a desear beber alcohol.

¿CONDUCTA O DIFERENCIA CEREBRAL?

Estos hallazgos -sumados al hecho de que los hombres beben más que las mujeres en cantidad- suponen que los hombres tuvieron más contacto con el alcohol, quizas llevándoles a convertirlo en una forma de sobrellevar el estrés. "La tendencia de los hombres a desear el alcohol cuando se sienten mal puede ser aprendida como conducta o puede estar relacionada con diferencias de género en el cerebro", considera la autora del estudio. "Y esta tendencia puede contribuir a un mayor riesgo de alcoholismo", dijo.
Por su lado, tal y como es aceptado socialmente, las mujeres son más propensas a centrar en reacciones emocionalmente negativas sus circunstancias de estrés. "Por ejemplo, tienden a darle muchas vueltas a su estado emocional negativo", explicó Chaplin. "Los hombres, en contraste, son más propensos a distraerse de sus emociones negativas, e intentan dejar de pensar en ellas. Nuestros hallazgos indican que los hombres tienen una mayor respuesta al estrés en forma de aceleración cardiovascular, pero no reportan grandes niveles de malestar o ansiedad, y pueden tratar de sobrellevar esos estados de ánimo posiblemente mediante la ingesta de alcohol".

FUENTE: EUROPA PRESS - SALUD

domingo, 4 de mayo de 2008

La importancia de la prevención

Dr. Enrique A. Antonini (*)


El viejo y conocido refrán, “más vale prevenir que curar”, tiene en el caso de las adicciones un valor especial. No obstante, en muchas ocasiones, se contraponen los términos como si el acento puesto en la prevención, en la rehabilitación, o en la represión, significasen tendencias excluyentes entre sí, que caracterizan políticas contrapuestas en la lucha contra la droga.
Nada más erróneo, pues la prevención no es una palabra mágica que pueda solucionar el problema con recursos exclusivamente persuasivos o educativos, disuasorios del consumo, sino la consecución de condiciones sociales de calidad de vida y estilo de conducta que son incompatibles con el proceso degenerativo de la personalidad que provocan las adicciones. El alcance de las mismas incluye la labor educativa, la sanitaria y la lucha contra la oferta que promueve el narcotráfico, junto a los niveles de ocupación, cultura y empleo del tiempo libre, propios de una sociedad justa y moderna.
Es así, entonces, que la importancia del concepto de prevención reside en que ninguna campaña será positiva si contiene exclusivamente una prédica negativa, dejando a aquellos quienes se quiere defender desprovistos de otro apoyo que un marco de prohibiciones que, en ocasiones, no pueden ser comprendidas.
La información alarmista o catastrófica, sin apoyos positivos, puede llevar a efectos contraproducentes o a estímulos de curiosidad perjudiciales si, aún advertida la sociedad de determinados peligros, no se le ofrecen estilos de vida alternativos en su vida cotidiana. Eso nos hace pensar en la necesidad de un esfuerzo informativo superior al desarrollado hasta el momento.
La falta de información sobre los efectos y consecuencias que ocasiona el consumo de drogas en el momento en que los jóvenes comienzan a tomar contacto con los problemas que los rodean hace necesario incluir el tema de la prevención de las adicciones en los programas de estudio, a partir de los primeros grados de la enseñanza primaria.
Los establecimientos educativos de todos los niveles no pueden permanecer indiferentes y ajenos al entorno social cotidiano, para contribuir a erradicar los peligros que a diario acosan a los niños y adolescentes, y poder apostar a una juventud consciente y comprometida con su tiempo.
Es evidente que la mejor prevención es evitar el “vacío” que puede rellenarse con cualquier conducta equivocada, como lo sería la de la adicción a las drogas, ya que una degradación de valores e ideales de vida, pueden contribuir a extenderlo. De allí, entonces, la gran responsabilidad de quienes favorecenuna cultura de objetivos burdamente materialistas y posponen la formación ética a una educación puramente instrumental o funcional, acompañándolos de ejemplos desmoralizadores del estilo de vida.
Una visión negativa y denigrante de una sociedad carente de ilusiones, de estímulos atractivos y de valores sólidos, puede ser el punto de partida hacia una actitud predispuesta a la marginación voluntaria y, desde esa automarginación, la posibilidad de caer en la drogadicción o en cualquier otra experiencia, está muy cercana.
La alteración de la personalidad que lleva al submundo de las adicciones no es contagiosa ni hereditaria. Por el contrario, es uno de los caminos que, por lo general, la juventud suele transitar cuando no encuentra solución a sus problemas. Tanto es así, que la falta de horizontes laborales, y personales, el estancamiento, el desamparo, la falta de amor, el exceso de tiempo libre, la marginalidad y la pobreza, son factores que llevan a elegir esa vía. Con el agravante de que quien padece este problema tiene más temor a la vida que a la muerte.
El problema radica, por tanto, no solo en la presentación de una sociedad en la que merezca la pena estar integrado y que ofrezca cambios abiertos a la integración, sino que además, dicha sociedad contenga los valores positivos suficientes para no defraudar totalmente.
En la concepción del hombre como integrante de un sistema social de valores positivos nos encontramos con la familia como célula básica y, por consiguiente, con la primera instancia socializadora en la que se desarrollan el aprendizaje de hábitos y valoraciones más esenciales, anterior ysuperior a cuanto pueda hacerse o bien desde la escuela o desde los medios de comunicación social. Por consiguiente, la transmisión de valores y modelos de conducta de padres a hijos es el más perenne método de formación humana.
Las experiencias familiares tienen una fuerte incidencia en la aparición o no de los problemas relacionados con las adicciones en la juventud. Los lazos familiares junto con una comunicación efectiva entre padres e hijos, pueden ayudar a proteger a los chicos de los innumerables factores emocionales y sociales que provocan el consumo de sustancias estupefacientes.
Tradicionalmente, la actividad preventiva del abuso de drogas, ha estado orientada a la represión del tráfico. Hoy, la educación como estrategia preventiva asume un rol fundamental. Solo a través de un conocimiento más exacto de los procesos de acercamiento a las drogas, de los factores desencadenantes y de sus consecuencias se logran posiciones preferenciales en el abordaje del tema. Pero no se podrán obtener adelantos concretos en materia de prevención de las adicciones, sino se desarticula de raíz la “cultura”de la droga, resultado de una manipulación astuta y bien urdida por legiones de individuos que militan al servicio de los traficantes de estupefacientes, integrantes de verdaderas organizaciones criminales con un poderoso poder económico y corruptor.

(*) Abogado

FUENTE: REVISTA HABLEMOS